Los viajes no empiezan en aviones o autobuses. Los viajes empiezan con un deseo, con un sueño, con la imagen de un libro, con la charla de un amigo, con una foto...
No sé cuándo comenzó exactamente mi viaje a India. Las clases con Elsa Cross serían un momento importante, o quizá mi fascinación con Gandhi, o los libros de Tagore o de Roy.
En todo caso, en fecha más próxima, este viaje empezó con un sueño, a un lado de un río donde comí mangos dulcísimos con mujeres hindús, conversando apenas en nuestro medio inglés.
Las fotos del sueño, cortesía del Loren, buen amigo madrileño, quien ya está allá.
Fotos: Lorenzo de Quirós