Por años tuve miedo del desierto. El primero que conocí fue el de Sonora, luego Arizona. Y entonces llegó el Sahara y lo cambió todo. En México, quizá mi desierto favorito es Cataviña en Baja California, pero el desierto de San Luis también es muy especial. Pasamos una noche en Matehuala antes de adentrarnos en él.
Real de Catorce. Pasamos el año nuevo en el Quemado.
Estación Catorce, la otra entrada al desierto.
2 comentarios:
de todos los lugares de méxico que no conozco, sonora es el que más me gusta. está lindo este post. el de abajo no tanto porque me dan miedo los pajarracos.
Bueno, lo de las golondrinas sí está medio tétrico, ya te dije. Y es una pena que te pongan neurótico las construcciones del jardín de Edward James. De verdad es lindo.
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