Banganga pudo ser el lugar donde ocurriera esa historia. Es un barrio en Mumbai, pero parece más bien un pueblo dentro de la ciudad. El vecindario está construido en torno a un estanque donde la gente arroja las cenizas de sus muertos junto con flores, fotografías y ofrendas. En él hay muchísimos templos, por no hablar de los innumerables altares.
La pobreza es otra de las características de Banganga. Mucha gente vive en pequeñas casas de un solo cuarto, y al final de las construcciones hay un callejón que termina en un enorme basurero junto al mar, donde los niños juegan normalmente.
India es sin duda un lugar excepcional para tomar fotos: hay personajes, situaciones y lugares extraordinarios. Y Banganga en particular es una de las mejores locaciones, porque además la gente es muy amable.
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